Las derrotas se suceden una tras otra en el plano local. Échale la culpa a Río. Las lesiones no dan respiro. Échale la culpa a Río. Racing sigue regalando prestigio y ahora complicó seriamente su clasificación para los octavos de final de la Liga Profesional Apertura. Échale la culpa a Río. Por momentos pareciera que es un plantel que está cerrando una temporada exigente y necesita unas urgentes vacaciones pero la realidad marca que sólo jugó 10 partidos y apenas está comenzando marzo. Hoy cayó sin atenuantes ante Huracán (25 Ramirez) dejando una imagen de equipo frágil y desordenado que no tuvo respuestas anímicas para ir a buscar el empate. Con muchos jugadores muy por debajo de su nivel (Arias, Martirena, Nardoni, Salas) se le apagaron las luces rápidamente. Lo del Globo fue sencillo, golpeó y luego le cerró los caminos a la Acade dejando sin espacio a sus delanteros obligándolo a jugar la pelota para atrás o lateralizando sin ideas ni sorpresas. Así se fueron consumiendo los minutos entre un Globo que no quería y los de Costas que no podían. En el marco de un partido anodino y sin brillo el negocio fue para la visita. Además hace 21 partidos (13 triunfos y 8 derrotas) que los académicos no empatan describiendo un poco el carácter de este plantel, es todo o nada. Es verdad que hoy otra vez sufrió ausencias de peso (Sosa, Di Cesare, García Basso, Rojas, Zucculini, Vietto, Adrián Martínez) que en el contexto de un plantel corto se sintieron y mucho. Y acá surge una pregunta para Milito, Saja y la secretaria técnica: que lectura hicieron para creer que iba a alcanzar con este material en una asfixiante temporada con triple competencia en donde se juega un partido cada 4 días?. Sería bueno escuchar alguna respuesta o explicación. De todos modos perder 4 partidos al hilo en la Liga local es inadmisible. Una campaña que ni el más pesimista de los hinchas podía imaginar. La Recopa es cierto era el objetivo de esta primera parte y fue un bálsamo ganarla. Un logro muy celebrado pero que de ninguna manera puede justificar este momento de incertidumbre en dónde el equipo se acostumbró a perder. El clásico de Avellaneda asoma y será sin dudas un momento de quiebre (para bien o para mal) en la relación entre la gente y el equipo. Racing es demasiado grande para permitirse una campaña tan pobre. Hay cansancio, hay lesionados, hubo un desgaste mental extra por la final ante el Botafogo, hay una nueva dirigencia, hay errores del cuerpo técnico y también de los jugadores, hay fallos arbitrales en contra , hay de todo, es cierto pero deberán surgir desde el corazón del grupo las respuestas anímicas para salir pronto de esta crisis, de este momento incierto o hasta cuando seguiremos diciendo ÉCHALE LA CULPA A RÍO...