En Isidro Casanova hubo un partido que tuvo de todo. En dónde los Sabaleros llegaban sin haber perdido y la Fragata llegaba sin haber ganado . Lamentablemente el árbitro fue Diego Ceballos y la fiesta se empañó porque omitió cobrar dos claros penales para la visita que podrían haber alterado el desarrollo del encuentro. De todas formas los dirigidos por Fabián Nardozza fueron justos ganadores porque supieron cuando y como lastimar a su rival. Almirante Brown corriendo, raspando, metiendo y tratando de ser incisivo arriba complicó demasiado a un tibio Colón que jugó muy buenos 15 iniciales (erró dos goles Gigliotti) y luego se apagó para terminar dejando una imagen de equipo sin brújula. El gol de Gonzalo Flores a los 17 desdibujó los planes Sabaleros. Además padeció dos groseros errores de Marcos Díaz en el arco de los cuales no se pudo recuperar. No le alcanzó a la visita con el buen pie de Bernardi o las trepadas de Facu Sánchez por el lateral derecho. Porque mientras se repetía Colón en una sumatoria de toques intrascendentes Almirante mordía y dónde sus hombres podían lanzaban la pelota para adelante en la búsqueda de Flores y González que se las arreglaban para generar peligro. Además tuvo dos puntos muy altos con el Mono Martínez en el arco y Almada desnivelando por izquierda y derecha. El final encontró a Colón tirando mil centros que no llevaban demasiado peligro mientras Almirante se enamoraba del cronómetro viendo como se acercaba el final. El broche de oro fue la magnífica ejecución del penal a los 93 a cargo de Diego García. Para esa altura en media Santa Fé sentían que el despojo de Ceballos estaba consumado más allá de los errores propios del equipo dirigido por Abel Pereyra. Mientras tanto en el estadio Fragata Presidente Sarmiento la fiesta se apoderaba de la noche del domingo. Una noche que tuvo de todo, una noche donde Almirante por fin pudo cantar victoria...