Racing no termina de perder partidos que parecían estar bajo control. Anoche en Mendoza cayó ante Independiente Rivadavia por 1-2. Otra vez se vió un equipo sin respuestas físicas, anímicas ni futbolísticas. La Academia juega a tratar de lastimar a sus rivales y después asume una actitud de espera donde deja que lo sometan, lo llenen de centros y si el arquero está en una noche iluminada como Cambeses ante Unión gana pero si los del fondo se equivocan y el golero regala el segundo gol se vuelve con una derrota que lo dejó muy complicado para poder jugar los octavos de final de la Liga Profesional Apertura, casi al borde mismo de la eliminación porque ahora no sólo necesita ganar prácticamente todos los partidos que le quedan, también deberá esperar a que se caigan varios rivales que tiene arriba en la tabla de posiciones. Ni siquiera el gol de Nardoni a los 25 sirvió para darle solidez y fundamentos a la idea de juego. Los de Costas padecían ante cada amague de Matías Fernández (ex jugador de Excursionistas) quién intuyo que el negocio estaba por el lado de Colombo. Después los hombres de Costas hicieron gala de una lentitud exasperante para jugar y también de una absoluta falta de sorpresas. Racing viene dejando partido tras partido una imagen de equipo cansado, al límite desde lo físico y que difiere mucho del elenco arrollador y contundente de la temporada pasada. Ahora todos se le animan y suceden situaciones como las de anoche cuando ingresó Juan Barbieri (ex Deportivo Armenio) y aprovechando gruesos errores defensivos dió vuelta la historia en apenas 10 minutos Lo cierto es que Racing que hace un mes atrás ganó la Recopa tiene una deuda en el plano interno en dónde perdió 6 de 11 partidos, una enormidad. Además de caer seguido no aparece el equipo. La situación se agrava con refuerzos que llegaron algunos en muy mal estado físico y otros como Richard Sánchez misteriosamente aún no debutaron. Fue tan desprolijo el mercado de pases que cuando debute el paraguayo tal vez lo haga en un equipo eliminado. Costas en forma llamativa ayer hizo apenas dos modificaciones como dejando en claro que lo que tiene en el banco no le aporta soluciones. Luego del partido el DT académico trató de ser optimista sobre el futuro inmediato y posó su mirada en la Copa Libertadores que se avecina. Lo concreto es que su equipo volvió a perder, volvió a jugar mal y acrecentó su deuda interna, esa que otra vez lo dejó con las manos vacías, haciendo cuentas y mirando al horizonte lejano donde se empiezan a ver algunos nubarrones...