El presente del Sabalero empieza a ser parecido al que tuvo en el 2024. Otra vez empiezan a aparecer derrotas insólitas que hacen mella sobre el andar de un equipo irregular, con serios problemas de personalidad y que navega sin rumbo en esta segunda temporada en la Primera Nacional aunque aún a tiempo de revertir la historia. Otra vez una floja respuesta de Marcos Díaz dejó a Colón con las manos vacías y al arquero en el centro de todas las críticas. El gol para Gimnasia de Jujuy a cargo de Cristián Menéndez a los 51 terminó de desdibujar a los hombres dirigidos por Ariel Pereyra que nunca supieron cómo llegar al empate mientras veían como los minutos se escapaban y perdían el invicto en condición de locales. Así como hace unas semanas atrás en Isidro Casanova en el 0-2 ante Almirante Brown la imagen dejada por Colón había sido pálida esta vez para empeorar más las cosas lo fue ante su propia gente en dónde repitió errores y desnudó serios problemas para generar situaciones de gol. Por eso bajaban los silbidos en la despedida desde la popular y también desde la platea porque al equipo le faltó gol y volumen de juego mientras algunos memoriosos empiezan a recordar tardes amargas de la pasada temporada cuando las primeras derrotas (Gimnasia de Mendoza y San Telmo) aparecieron y llenaron de dudas a los jugadores, los entrenadores y los dirigentes. Otra vez la incógnita pasa por saber si le va a alcanzar al Sabalero con el plantel que armó para quedarse con uno de los ascensos teniendo en cuenta lo duro y parejo que es el certamen. Por eso en el atardecer del domingo sobre el estadio Brigadier López una pregunta quedó flotando entre la gente: Vuelven los Fantasmas?