Racing volvió a ganar. Está vez fue en Avellaneda y por 1-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero. El gol llegó a los 45a través de Bruno Zucculini. Hoy además mostró sus dos caras en un mismo partido. Un PT muy bueno en dónde convirtió en figura a Alan Aguerre y debió definir la historia y una segunda etapa en donde se quedó sin energía, perdió el medio y la pasó mal. Tan mal que tuvo que aparecer la enorme figura de Gabriel Arias atajandole un penal a Heredia sobre los 60 para dejar a su equipo bien metido en zona de clasificación. La pregunta obligada es: como puede Racing pasar de tan buenos 45 iniciales en dónde debió definir la historia a jugar un complemento tan desconcertante regalando campo y pelota a su rival que iba con un incontenible Angulo por la izquierda y el empuje del resto. Con varios puntos altos (Arias, Sosa, Zucculini y Almendra) el elenco de Costas se quedó con tres puntos decisivos y ratificó su buen andar en la Liga local con tres triunfos al hilo (Banfield, Aldosivi y Central Córdoba). Es cierto que sigue lejos de ser una escuadra sólida y confiable. Por momentos maniata a sus oponentes y los somete a una intensa presión pero luego cae en lagunas pronunciadas en dónde pareciera que lo puede perder todo. Además hoy los que entraron (Barrios, Zaracho, Toto Fernández, Balboa y Solari) no ofrecieron las respuestas individuales que necesitaba el grupo. Entonces el triunfo estuvo en peligro un rato largo en dónde la Acade no podía lastimar de contra y además padecía ante un rival que iba al frente con más entusiasmo que buen fútbol. Por eso el final llegó con abrazos, euforia y esperanzas. Fue un desahogo para un plantel que hace poco más de 20 días atrás y luego de caer en Mendoza ante Independiente Rivadavia parecía estar prácticamente eliminado de la Liga Apertura. Sin embargo supo resurgir a tiempo y hoy se aferra a ese puesto de clasificación que está logrando. Porque tiene argumentos para la ilusión cuando se encienden los que mejor juegan. Y también porque cuando hay que aguantar y sostener aparecen el carácter y la hombría. Por todo eso Racing volvió a sonreír porque sabe cuál es su búsqueda y también porque además sabe sufrir...