El Santo tucumano que jugó 40 minutos con un hombre menos por la justa expulsión de Murillo logró quebrar sobre la hora a Ferro . Con un certero cabezazo de Pino desató la fiesta de su gente que una vez más como cada temporada cree que está vez si el ascenso puede ser posible. En un partido con más lucha que fútbol los locales se quedaron con tres puntos vitales que seguramente se valoren mucho más cuando el certamen llegue a su epilogo. El equipo de Ariel Martos fue trabajando su triunfo sustentado en la seguridad de Darío Sand en el arco, también de Hernán Zuliani en defensa y en el olfato goleador de Martin Pino. Por el lado de Ferro decir que no tiene peso ofensivo aunque si mucho orden y una sana intención de salida prolija desde abajo y la búsqueda constante del armado de sociedades para jugar. Anoche padeció ciertas desconexiones y lo pagó caro. En su favor hay que señalar que tiene en Alfredo Grelak un DT muy trabajador y capaz. Para torcer el maleficio de los 25 años de ausencia en la Primera División deberá trabajar mucho sobre lo anímico y también en lograr tener peso adelante. Tiene apellidos importantes con jugadores de experiencia como son Monetti, Castellani y Quiroga pero sin lograr aún una identidad definida. Recién van dos fechas por lo cual no es tiempo para dramatizar ni para sacar conclusiones definitivas. Seguramente tanto el Santo tucumano como Oeste van a estar en la lucha por esos dos ascensos. San Martín acertó en la última jugada y se quedó con todo mientras en Caballito se quedaron con la mirada perdida frente a la TV como no pudiendo entender los motivos de tanta desventuras, de tanto sufrimiento, de tantos años en el ascenso con la suerte siempre esquiva y dándole la espalda...